PD1: Gracias a Carlos, mi compañero de concierto por la foto que he elegido para la entrada
PD2: Los vídeos están tomados del canal de youtube de Sergio Rey, ya que me han parecido que tienen mucha calidad.
Concierto de Muse, Palacio de los Deportes (Madrid), 20/10/2012
, por Rock Camp
Hoy recuperamos las crónicas de conciertos interesantes que se realizan en España y de los que desde Rock Camp os podemos traer una crónica de primera mano. Para ser más concretos, comenzaremos con la visita que Muse realizaron a Madrid el sábado pasado 20 de octubre.
Tras una espera de dos años desde su última visita, Muse ha vuelto a descargar su música en nuestro país. Y además lo han hecho con un nuevo álbum bajo el brazo que ha salido hace poco más de un mes. La velada comenzaba con los teloneros The Joy Formidable, otro trío de pop-rock con bastante calidad y que hizo muy bien su trabajo de calentar la noche para la llegada de los cabezas del cartel. El sonido de la banda galesa sigue la estela de los propios Muse, pero además le añade una voz femenina con fuerza y actitud.
Pero las más de 15000 personas que abarrotaban el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid estaban allí para ver a Muse. El escenario ya hacía presagiar que el show iba a seguir la linea del grupo de deleitar a su publico con grandes montajes visuales que acompañan a la perfección su sonido. Y así fue. Los de Teignmouth comenzaban con un Unsustainable, uno de los últimos temas de su nuevo álbum, The 2nd Law, que parece especialmente compuesto para servir de intro para sus conciertos. Una base dubstep acompañada de unas melodías clásicas ya tan características de Muse hacen que el tema brille más en directo que en el álbum, donde queda un poco desubicada. Continuaban con la presentación de su último largo y lo hacían con el primer tema del mismo, Supremacy, una canción que tiene el sonido contundente de los Muse más rockeros y potentes. Al poco de comenzar, de la parte superior del escenario bajaba una pirámide invertida gigante y modular sobre la que iban a estar proyectando imágenes del concierto y otras que ilustraban cada una de las canciones que iban a descargar. Tras Interlude nos sorprendían con tres clásicos de la banda que nos hacía meternos de lleno en el concierto: Hysteria, una de sus canciones más cañeras; Supermassive Blackhole, con su estribillo tan pegadizo; y The Resistance, uno de los temas más celebrado de su anterior álbum. Le seguía Panic Station, la canción que Muse nunca creyó que podría componer y que al final ha acabado haciendo. La banda siempre renegó de los sonidos más funkys, pero en este tema por fin se han acercado a ellos y lo han hecho sobresalientemente. Era el turno de Animals, que tiene un sonido y estructura bastante progresiva; con unos comienzos melódicos con el piano, para terminar con unos riffs duros que hacen que esta canción sea uno de los temas más completos de su último álbum.
En este momento llegaba el «descanso» dentro del show, con dos temas más tranquilos. El primero de ellos también de reciente creación, Explorers, al que seguía un Falling Down clásico del su primer álbum Showbiz, y que el propio Bellamy no recordaba si alguna vez había tocado en España. Tras Host, de nuevo aceleraban el ritmo con uno de sus temas más coreados y que volvía a despertar al público, Time is running out, de su tercer disco Absolution. A continuación uno de los momentos peculiares reflejo de una de las novedades de su último álbum, Wolstenholme tomaba la posición de frontman de la banda y cantaba Liquid State, para exorcizar los demonios de su etapa de alcoholismo con unos sonido muy duros mandados para la brutal base rítmica de la banda formada por el mismo y Dom Howard, mientras Bellamy pasaba a un segundo plano relativo con su guitarra. La presentación del nuevo disco continuaba con temas como Madness, que en directo suena también mejor que en el disco y te la crees un poco más, con un bajo rítmico de Wolstenholme y un sonido que homenajea descaradamente a Queen, especialmente con el solo de guitarra de Bellamy a lo Brian May. Follow me y Undisclosed decires continuaban el concierto, con Bellamy interpretando los temas micro en mano y donde el apoyo de Morgan Nicholls, el cuarto Muse, a los sintes era totalmente necesario. Para terminar la primera parte del show llegaba probablemente uno de los temas más celebrados de la noche Plug in baby que hizo que el público enloqueciese y recibiese con los brazos abiertos la elección de una ruleta virtual que sorteaba entre Stockholm Syndrome y New Born, quedándose con esta segunda.
Tras una larga espera para el primer bis, en el que pudimos ver un corto muy bueno que hacía una metáfora de la invasión del mundo virtual en el mundo real, llegaba otra de las intros que han compuesto en su último álbum, en este caso Isolated system que introducía su himno más revolucionario, Uprising que hacía que el público pareciésemos un ejercito en ellos últimos compases de la canción. Otro temazo, hacía los honores de terminar el primer bis, previa intro de Wolstenholme tocando Man with an armonica de Morricone con la armónica. Se trata de Knights of Cydonia. Cualquier grupo del mundo deseaíra tener un tema así para terminar un concierto; pero Muse van más allá y tienen la posibilidad de darnos otros dos temamos que no deslucen nada como colofón del concierto: su súper-single Starlight con eso falsetes tan característicos de Bellamy; y por último Survival, el tema que Muse compuso para las olimpiadas de Londres y que de nuevo gana mucho en directo, especialmente con la substitución de los coros de estudio por un público enfervorecido (mención especial a un tío que teníamos detrás y que hizo los coros perfectamente con un pedazo de vozarrón ;D). El concierto llegaba a su fin y todos nos marchábamos con la sensación de haber visto uno de los mejores shows posibles del siglo XXI, musical y estéticamente.
Los tres miembros de la banda, Matt Bellamy, Dom Howard y Chris Wolstenholme, estuvieron sensacionales cada uno en su papel y demostrando que tres músicos (más uno, no olvidemos de Morgan Nicholls) pueden meter mucha caña. Bellamy es un genio musical que compone tan bien como toca y canta; junto con unos compañeros que forman una de las bases rítmicas más contundentes del panorama musical Muse es actualmente una banda mastodóntica como las que quedan pocas. Una de esas bandas que marcan época y de la que todo el mundo terminará queriendo ver un concierto para poder decir «yo estuve allí».