A continuación el momento «fiesta» con Roll away your stone:
Os pongo también el vídeo del post concierto con Ted Dwane:
PD: gracias a Dani por la foto y el vídeo post concierto. El vídeo de Roll away your stone está extraido del canal de youtube de Caosmar
Concierto Mumford & Sons, Palacio Vistalegre (Madrid), 21/03/2013
, por Rock Camp
El jueves 21 de marzo de 2013 era un día que tenía marcado en el calendario desde hace muchos meses. Por fin iban a pasar por España un de mis grupos predilectos en los últimos años: Mumford & Sons. Y digo esto porque desde que les conocí, cuando acababan de publicar su primer álbum Sigh no more en 2009 me dejaron embelesado. Guardo como un tesoro la edición en CD de dicho disco, que incluso conservo con todas sus pegatinas marcando su precio en libras del Reino Unido. Y todo esto viene provocado por un sonido tan característico como original. Su origen inglés junto con un raíces musicales asentadas en bases Folk muy americanas y una fuerza digna de una banda de Rock hace que esta banda londinense sea una de las más originales del momento. Además han conseguido algo que si nos hubiesen dicho hace unos años no nos creeríamos, convertir una música minoritaria en asequible al gran público. Y esto no es tarea fácil. El éxito les ha llevado a estar nominados a los Grammy del 2011 y alzándose con el premio al Mejor Álbum del año en la edición 2012 merecidamente. Con todo este bagaje eran muchas las ganas tanto personales como del publico español de disfrutar de su directo.
La velada comenzaba con Jesse Quin, bajista de Keane que en solitario suena con un aire más íntimo y folk que su banda madre. La verdad es que no llegamos a tiempo y me quedé con las ganas de escucharle un poco más. A continuación salían al escenario Deap Vally, una banda americana de tan solo dos miembros femeninos con batería y guitarra. Formación básica pero muy rockera con una reminiscencia muy garajera que en algunos momentos podía recordar a The White Stripes o The Black Keys, salvando las distancias. Sinceramente creo que el sonido de la guitarra estaba exageradamente distorisionado y no llegaron a encajar muy bien entre el público. A destacar la fuerza de la voz solista y la pegada de una banda de solo dos componentes. Empezaron a calentar el ambiente y además contaron en algunos temas con los miembros de Mumford & Sons que mostró el buen rollo que hay entre ambas bandas.
Mumford & Sons comenzaban su concierto con el primer tema de su último álbum y que le da título: Babel; cumpliendo las expectaticas de un servidor ya que me parece el tema perfecto para comenzar el repertorio. Rapidamente enlazaban con el single de dicho álbum I Will Wait, que sono arrollador y Whispers in the dark. Con este inicio intenso se metían al público en el bolsillo a las primeras de cambio. A continuación nos deleitaban con la intíma White Blanck Page, el primero que rescataban de su álbum debut Sigh no more y continuaban con Holland Road y Timeshel. Otro de los grandes momentos fue la interpretación de Little Lion Man su primer gran éxito que todo el mundo coreó de principio a fin; a la que además continuaron muy acertadamente con Lover of the Light, en la que Marcus deja la guitarra y se pone a los mandos de la batería; una canción genial que además tiene un videoclip tan bueno como el tema. Era entonces cuando llegaba uno de los puntos de inflexión del concierto con la interpretación de Thistle and Weeds y con nos juegos de luces que nos llevaban inconscientemente un campo de batalla irreal. Sin duda un 10 en este apartado de iluminación para todo el concierto. Ghost that we knew nos metía de nuevo en los Mumford más íntimos y con esas melodías corales tan características. Continuaban con Awake my soul que al igual que la progresión in crescendo que tiene la propia canción nos adelantaba que estábamos entrando en la fase final del concierto. A continuación Marcus y Winston bromeaban presentando el siguiente tema y nos decían en castellano que esto iba a ser una «fiesta» (pronunciar con acentazo anglosajón), arrancándose con la movida Roll away your stone. Llegaba entonces la canción más enérgica del concierto Dust Bowl Dance en que la batería que de nuevo tocaba Marcus lideraba un tema con una energía tremenda. Así dejaban el escenario, para no tardar mucho en regresar a hacer los bises. Primero salían junto con sus amigas de Deap Vally y Jesse Quin a la batería para interpretar Don’t you do it, tema original de Marvin Gaye, pero en su versión de The Band. Un tema que abre los sonidos de Mumford & Sons y que quizás sea un indicativo de por donde pueden ir los tiros de la banda si quieres explorar otros sonidos. A continuación remataban el concierto con dos de sus temas más conocidos y exitosos correspondientes a su primer album, Winter winds y The Cave, ambas coreadas en plan karaoke por todo Vistalegre.
La banda estuvo desde el primer minuto entregada a su público derrochando su calidad como músicos multinstrumentistas, y por supuesto una simpatía y una cercanía que siempre les caracteriza. Incluso, como mencionaba, se lanzaron a decir algunas cosillas en castellano cosa que el público español siempre agradece. Además Marcus (voz, guitarra, bateria, mandolina), Ben (teclado, acordeón y voces), Winston (bangio, guitarra eléctrica y voces) y Ted (contrabajo, bajo eléctrico y voces) iban a estar bien acompañados por otros grandes músicos como un violinistas y una sección de vientos que hacían que algunos temas tuviesen una mayor dimensión.
El juego de luces ya hemos dicho que era magnifico, con esas hileras de bombillas sobre el público en plan fería que iban cambiando de color según el momento. El escenario perfecto, aunque con un «pero» muy grande: no había pantallas para ampliar la imagen de los músicos; cosa que en un recinto de un tamaño tirando a grande como Vistalegre, es totalmente necesario y que la mayoría del público echamos de menos.
Para terminar, recordar que el pánico «post Madrid Arena» hizo que hubiese muchos miedos en la organización y que no dejasen acceder a la pista a un montón de gente, que se estaba quedando sin poder ver el concierto. A l final justo durante la primera canción abrieron las puertas y una pista que incomprensiblemente estaba a menos de la mitad del aforo, se llenó rapidamente. A veces el exceso de precauciones pueden provocar los mismos disgustos que la falta de ellas y eso es algo que las organizaciones de eventos como éste, tienen que tener muy en cuenta.
Por último mencionar una anécdota que sucedió la terminar el concierto. Cuando ya había pasado media hora de la finalización, un grupo de fans paso corriendo ya que parecía que los miembros del grupo iban a subirse al autobús que tenía aparcado en la terraza del Vistalegre. Pues bien, cual fue nuestra sorpresa cuando llegamos y Ted Dwane, bajista de la banda junto con el violinista que les acompaña habitualmente, se enganchaban a la interpretación que los fans con unas guitarras y muchas voces hacíamos de Hopeless Wanderer, una de los temas que más se echaron de menos en el concierto. Un momento muy curioso que quedó reflejado en un vídeo que podéis ver más adelante.
Sin duda el concierto de Mumford & Sons ha sido uno de los más importantes y destacados en los últimos meses. Esperamos que vuelvan pronto a nuestro país y también nos gustaría poder verlos en recintos más pequeños e íntimos para poder disfrutar más de su música; aunque creo que con la trayectoria que llevan va a ser complicado ya que estos chicos van camino de algo muy grande.