Este martes tuvimos el placer de asistir a otro de los grandes conciertos en Madrid que prometían este año: Avenged Sevenfold + Five Finger Death Punch + Avatar. La banda californiana de metal-core, Avenged Sevenfold (abreviado muchas veces como ‘A7X’), marcaban la cabeza de cartel del concierto, mientras que Five Finger Death Punch y Avatar hacían de teloneros.
En mi caso, recuerdo que conocí A7X siguiéndole la pista a Mike Portnoy, ex batería de Dream Theater, que había dejado esta banda en 2010 después de 25 años con ellos. En ese año A7X había sacado su álbum ‘Nightmare’ (en el que había participado Mike) y cuando lo escuché me pareció realmente bueno. Recuerdo pensar que Portnoy tenía algo que ver, pero unas cuantas escuchas a otros discos de A7X y entrevistas a Portnoy me dejaron claro que mucha de esa increíble creatividad musical venía de Jimmy Sulivan, alias ‘The Rev’, ex batería de la banda fallecido el 28 de Diciembre de 2009. Mike Portnoy fue “sólo” el batería de A7X esos años y las partes de batería del disco ‘Nightmare’ ya habían sido compuestas por The Rev, por lo que Mike lo único que hizo fue copiarlas para la grabación y la siguiente gira, en la que acompañaría al grupo.
El concierto comenzó con las actuaciones de Avatar y Five Finger Feath Punch. Lamentablemente sólo pude llegar a las 3 últimas canciones de Five Finger Death Punch. Aún así me bastó para que me impresionara su actitud y buen directo. Lo único que les podría haber perjudicado es el sonido, pero eso es porque el Palacio de Vista Alegre no es que tenga el mejor sonido del mundo precisamente. Les pasa a todos los grupos que tocan allí. Hubo gente que fue al concierto más por ver a este grupo que a A7X.
A pesar de ello, según iban terminando los teloneros y se acercaban más las 21:30 (hora a la que empezaba A7X) cada vez entraba más gente al Palacio hasta que este quedó prácticamente lleno. Los técnicos quitaron la cortina de Five finger death punch, dejando a la vista otra cortina con un escudo real en el que estaba escrito “A7X”, lo que provocó una gran aclamación del público. La hora se iba acercando y cada vez eran más los que gritaban “SE-VEN-FOLD, SE-VEN-FOLD” entusiasmados. Al fin, después de 5-10 minutos después de las 21:30 se corrió la cortina dejando a la vista el escenario de A7X, compuesto principalmente por un enorme murciélago con una calavera por cabeza (Deathbat) que escupe fuego por las alas, 3 plataformas delante y unas escaleras detrás en las que podíamos encontrar botellas de agua y, atentos: copas de vino.
Se apagaron las luces y comenzó a sonar por los altavoces la introducción de Shepherd of fire, canción con la que empieza su nuevo disco. El público, entusiasmado, no paraba de gritar y estos gritos se hicieron cada vez más altos según iban apareciendo los miembros de la banda uno a uno. Un petardo y la magia comenzó. A esta canción le siguió la conocida Critical acclaim con los coros del difunto The Rev pinchados por los altavoces. Después de esto hubo un aplauso ensordecedor seguido de un silencio en el que M. Shadows, cantante de la banda, aprovechó para preguntarnos si no teníamos colegio o trabajo al día siguiente, que qué hacíamos allí. Después de eso pidió a la audiencia que gritaran y alzaran la mano aquellos que vieron a A7X la última vez que vinieron a Madrid, y después que hicieran lo mismo aquellos que era la primera vez que les veían en directo. Ambas preguntas recibieron la misma avalancha de gritos; lo que me recuerda a un concierto de Metallica en el que James Hetfield dijo algo parecido y recibió una respuesta igual de confusa, por lo que preguntó a la audiencia: What time is it? y ellos contestaron con la misma avalancha de gritos incoherentes. Desde luego, hay que aprender inglés. Igualmente, M. Shadows nos agradeció que estuviéramos allí y a los nuevos nos dio la bienvenida a la familia de A7X con Welcome to the family. A esta le siguió Hail to the king, single de su último disco de igual nombre. Después vino Doing time, otro de (a mi juicio) los temazos de su último disco. Se empezaron a formar los primeros pogos, en los cuales podíamos divisar a algunos acampados de Rock Camp desde las gradas (donde yo me encontraba). Después de tanta locura hubo una breve pausa en la que el escenario se llenó de humo y comenzó a sonar la intro de Stairway to heaven de Led Zeppelin, la cual sería enganchada por Synyster Gates (guitarra solista de la banda), que la dirigió hacia la conocida introducción de la siguiente canción: Buried alive. A continuación llega el momento más emocionante del concierto, en el que A7X “tocan” Fiction, última canción que compondría The Rev y para la cual grabó unas voces que pudimos escuchar en directo. La canción entera así como el juego de luces fueron un claro reconocimiento a su memoria, como si estuviera allí tocando con ellos. Sin embargo, fue una canción en la que lo único que escuchamos en directo fue la batería, la voz y un poco de guitarra; el resto fue pinchado desde la mesa de mezclas, por lo que dio una impresión de “falso directo”, pero ya hablaré de esto más tarde. A esta le siguió Nightmare con todo el público gritando a voz en grito ‘YOUR FUCKIN’ NIGHTMARE!!’. Hacía que te dieran escalofríos. Después de Nightmare tocaron Afterlife con sus preciosos coros en directo en el estribillo que hacen un contrapunto genial con la voz principal, fue mi favorita de la noche desde luego. En este punto nos volvieron a bajar la adrenalina con un solo de guitarra de Synyster Gates, que mucha gente dijo “se podrían haber ahorrado”. Yo sólo digo una cosa: a este señor le encanta el trémolo de su guitarra. Abusó de él hasta hartar. En mi opinión no fue un solo espectacular, pero tampoco estuvo mal. Lo mejor fue que al solo se le fueron uniendo el resto de instrumentos y acabaron toda la banda jameando juntos. A esto le siguió Requiem, con su épica intro coral, también de su último disco. Por el rato que había pasado ya parecía que debía ir acabándose el concierto y casi fue así. La última canción que tocaron antes de los bises fue su himno Bat country en la que podemos oír, atentos: una guitarra acústica pinchada desde la mesa de mezclas. No era lo primero que pinchaban en todo el concierto, para nada, pero a mi parecer esto ya era aprovecharse demasiado de ello. Cuando voy a ver un grupo en directo busco precisamente eso: directo, no que suenen casi igual que en el disco. Me parece una especie de “trampa” y respeto que lo hagan con algunos teclados; pero, ¿con una guitarra acústica? Cosas como esta (que fue llevada al límite cuando “tocaron” Fiction, como ya he contado) fue lo que menos me gustó del concierto. Al terminar ‘Bat country’ se apagaron las luces y parecía que el concierto ya había acabado, pero después de 5 minutos de reloj pidiéndoles que volvieran accedieron a tocar 2 bises más: Chapter four y Unholy confessions.
En resumen, fue un concierto bastante bueno, con un juego de luces y pirotecnia increíblemente preparado y un directo excelente (a pesar de la sensación que daba de ser un poco falso por las cosas pinchadas desde la mesa de sonido). Asistieron muchos chavales menores de edad, cosa que me alegra muchísimo. Ver que grupos como este llevan el rock y el heavy metal a los más jóvenes hace que me sienta muy bien y muy orgulloso de que el rock no se pierda y vaya llegando a las nuevas generaciones. Si estas generaciones quieren aprender de dónde vienen los estilos de estas nuevas bandas que escuchan y conocer grupos de estilos parecidos de años muy anteriores que vengan a Rock Camp, que se lo enseñamos.
¡Un brazo a todos y mucho rock n’ roll!
Crónica y fotografías realizadas por Pablo Abarca.
PD: vídeo tomado del canal de Youtube de iGalaway
Hola!! Sabrías dónde podría vender una baqueta que me dió Mike Portnoy en este concierto? Gracias!!
Hola Teresa:
Pues lo que se nos ocurre es que intentes venderla por Wallapop o por Todocolección.
A ver si tienes suerte.