Tengo la teoría de que uno de los mejores planes para disfrutar del viernes noche siempre ha sido y será un buen concierto. El pasado viernes 8 de abril me acerqué a la sala El Sol con la intención de que la alianza Hermana Furia + Tobogán me lo demostrara y esto fue lo que pasó:
El show lo abrió Tobogan un cuarteto que viene desde Logrono para dejar caer sus canciones como si fueran piedras. Y es que en su estilo encontramos tintes de punk, rock, stoner y hasta hardcore melódico. Sus canciones en directo suenan potentes y compactas, además se les suma el carisma de un frontman cuyos movimientos sobre el escenario parece ser una especie de híbrido entre Mick Jagger y los gestos más propios del hardcore. Sus letras, totalmente legibles en directo, llaman a la acción, y parece que el elemento reivindicativo es parte del juego de estos riojanos. Sin lugar a dudas, un gran descubrimiento para un servidor que no les conocía. Les seguiremos la pista de cerca.


Para la entrada de Hermana Furia al escenario, la primera figura que vemos salir de bastidores es la del señor Tweety Capmany, monitor de batería, bajo y guitarra en nuestro campamento. Un solitario Tweety comienza dando la entrada con el intro de «Grita Con Furia», uno de los temas que, a juicio personal, definen perfectamente el estilo y espíritu de la banda. Sale el resto de la banda y comienza el show. Se nota que juegan en casa porque desde el minuto uno ya tienen al público en la palma de la mano.
El concierto resulta ser no solo una presentación de su reciente EP «Todo Mal» si no que después de algunos temas que ya conocíamos como «Matar a Alguien» o «Espiral» se animan a presentarnos canciones nuevas que formarán parte de su siguiente trabajo de estudio.

Una de las grandes virtudes de la banda es el trabajo vocal que tiene cada uno de sus temas. Es aquí donde se nota que las cuatro integrantes del grupo (permitidme referirme a Hermana Furia en femenino, como se autorefieren ellas mismas) son músicas de gran nivel tanto en sus respectivos instrumentos como a nivel vocal, llegando a empastar sus cuatro voces en arreglos de lo más elaborados que rozan la ópera rock.
Nuria, la cantante, tiene una voz sobresaliente con un control milimétrico de la afinación y un toque de rabia que deja patente de donde viene la Furia. Además se acompaña de un set misterioso que utiliza para generar tanto melodías a teclado como para lanzar efectos psicodélicos. A esto hay que sumarle los riffs incendiarios de la guitarra de Edu Molina, la base firme de Paula al bajo y las locuras rítmicas de Tweety a la batería. Está claro que aquí hay una mezcla de lo más mágica.

El estilo de Hermana Furia se ve reflejado en canciones como «Grita Con Furia» que nos recuerda a Royal Blood o «Locxs» que está claramente inspirada por Jack White. Sin embargo, en esta apuesta por un sonido duro, también nos traen otras propuestas ligeramente diferentes como «Salem», un tema que da protagonismo al piano, y que en un inicio se plantea como algo más cercano a la balada, para luego pornernos la carne de gallina a la entrada del solo. A su vez, los nuevos temas que presentan también se denota un ligero viraje a una melodías más asequibles al oído promedio y ritmos más bailongos como en «Estoy Aquí».
Para ir terminando el concierto, las madrileñas Hermana Furia, nos tenían guardada una sorpresa. Invitaron a tocar un tema con ellos a Julio Ródenas, que terminó su intervención afirmando que Hermana Furia era lo mejor que le había pasado a la escena rock nacional en los últimos años. ¿Y quién soy yo para negarle nada al coordinador musical de Los Conciertos de Radio 3?

Pero sin duda, después de los dos años de pandemia que llevamos, lo mejor del concierto fue que… ¡el pogo ha vuelto! En forma de chapa y viene para quedarse. Hermana Furia es una banda para disfrutar de pie, con toda la sala eufórica y moviendote al ritmo frenético de las canciones.
Las hermanas nos dieron la despedida del concierto con Vidas de Cristal, un tema muy bien escogido para el cierre con el que terminaron por todo lo alto. Sin lugar a dudas nos han dejado con ganas de más y esperamos volver a verles en directo más pronto que tarde. Mientras tanto vamos a quemar su disco en Spotify.
Entrada realizada por Marc Moreno, monitor y fotógrafo de Rock Camp.