«¡Royal Blood en Madrid!» Fue lo que exclamamos un montón de personas relacionadas con Rock Camp cuando salió la noticia en verano. Y eso fue exactamente lo que pasó: que nos juntamos casi 40 monitores y acampados de distintas generaciones en un evento que llevábamos esperando mucho tiempo. Y es que en Rock Camp nos encanta Royal Blood, hemos oído y tocado sus canciones mil veces, ¡ya era hora de verles en directo!

Black Honey fue calentando el ambiente y aunque su concierto fue breve consiguieron conquistar a alguno del público que aún no era fan. Casi en seguida de que terminaran empezó el show de Royal Blood, que venían a presentarnos su nuevo trabajo “How Did We Get So Dark?” (2017). Sobre el escenario «sólo» había un muro de amplificadores de guitarra y bajo, una batería bastante generosa con dos cajas y dos cencerros y un set de luces increíble. Vimos dos micrófonos para no-sabíamos-qué, duda que quedó resuelta cuando hicieron aparición las dos coristas que acompañarían a los integrantes de Royal Blood durante unas cuantas canciones.

Desde la primera nota de “How Did We Get So Dark?” quedó patente que el grupo ha sabido llevar muy bien su sonido de estudio al directo. Un grave muy potente que se te metía en el pecho sin tener que recurrir a ningún truco desde la mesa de sonido, una gran definición y una interpretación muy buena. Todo natural, puro Rock n’ Roll. Continuaron con “Where Are You Know?” y el primer single su último disco “Lights Out”. Ya nos tenían comprados (a pesar de algunas gambas), pero cuando empezó a sonar “Come On Over” pasamos al estado de flipar. El resto del setlist fue un continuo ir a más (excepto quizá con “Don’t Tell», que fue un poco bajón), mezclando temas de su primer y segundo disco, de las que destacamos “Little Monster”, en la que Ben Thatcher hizo un solo de batería muy coreado y “Hole In Your Heart”, un gran temazo escondido del último disco en el que descubrimos una nueva faceta de Mike Kerr como teclista. “Figure It Out” cerraba el concierto, pero antes de que nos fuéramos pudimos disfrutar de un “Ten Tonne Skeleton» que nos hizo pisotear el suelo a tempo como mamuts y el ya clásico “Out Of The Black” que generó un montón de pogos por doquier en los que casi perdimos a algún conocido. Al terminar el concierto nos reunimos todos y sacamos una foto de casi todos los asisentes rockcamperos que habían acudido al evento. Una compañía inmejorable para una noche de la que seguro no nos olvidaremos fácilmente.

Entrada realizada por Pablo Abraca, Monitor de Rock Camp.