Amanecía el tercer día de festival y la energía con la que habíamos empezado no estaba precisamente baja porque este día era EL DÍA. El día en que veríamos a los cabezas de cartel más esperados, aquellos de los que no habíamos oído nada de música nueva desde hace 13 años y que no habían pisado España desde ese mismo tiempo también: TOOL.
Nos acercamos a La Caja Mágica un poco más pronto que otros días para poder disfrutar de otro concierto que esperábamos también con muchas ganas: Brass Against, el tributo a Rage Against The Machine, Audioslave y otros grupos que toca sus canciones con trompetas, trombones, saxofones y un helicón. Sólo se puede describir de una forma su concierto: una auténtica fiesta. Poco importó los casi 40º a la sombra de temperatura, el grupo hizo saltar a su audiencia desde el minuto uno con temas como “Cochise” (Audioslave), “Know Your Enemy” (RATM) o la que anticiparía lo que iba a suceder más tarde “The Pot” (Tool).

Era el turno de ver a los madrileños Toundra que junto a Vita Imana fueron los únicos grupos nacionales a los que se les permitió tocar en el Main Stage 1, el escenario de los cabezas de cartel. Poco después, mientras oíamos a Architects y Soulfly de fondo aprovechamos para comer algo e hidratarnos mientras íbamos cogiendo sitio par Tool. Pero antes de ellos aún faltaba por ver a una banda importante: Sum 41. Aunque les viéramos desde nuestra posición para el concierto de Tool podemos asegurar que fue uno de los grupos que mejor sonó de todo el festival y oírles fue como sentir que volvíamos a ser adolescentes de nuevo. Y es que es imposible que no te entren ganas de cantar y saltar con el estribillo de “In Too Deep” o el riff de “Fat Lip”.

Y por fin llegó la hora de ver al grupo que más esperábamos, los mastodontes del metal progresivo: Tool. Hay que decir que después de tanto tiempo esperando verles en directo la sensación que tiene uno hasta que les ve aparecer en carne y hueso sobre el escenario es de que “no va a suceder”, hasta que pasa. Si el Download fuera un concurso Tool lo habrían ganado. Con un espectáculo audiovisual absolutamente espectacular y un setlist al que apenas se le pueden sacar pegas este fue sin duda el mejor concierto del festival. Y eso que fue un concierto en el que apenas nadie habló: literalmente Maynard, el cantante de la banda, dijo sólo 5 palabras en todo el concierto, “España” y “Thank you very much”. Tampoco hubo una puesta en escena espectacular por parte de los músicos, porque ellos saben que no están ahí para eso. Sobre el escenario, Tool son meros transmisores de su música y para que puedas entender mejor su mensaje se hacen a un lado y dejan que disfrutes del espectáculo aportando su música y un montaje audiovisual con luces, pantallas y una estrella de 7 puntas que te ayudan a meterte en las canciones. Si hay algo que objetar es la manía de Maynard de permanecer en la oscuridad, sin que le ilumine ningún foco y no se le pueda ver y que no alcanzó a dar algunas notas que hubiera sido ideal que hubiera dado. Tool tocaron temas de toda su discografía como “The Pot”, “Schism” o “Vicarious” (por nombrar algunas de las más coreadas) y dos temas inéditos que serán incluidos en su esperado nuevo disco el 30 de agosto de este año.
Terminamos la noche con la sensación de haber cumplido un sueño viendo a Tool y estar muy contentos con la actuación que habíamos presenciado. El festival en general estuvo mucho mejor que otros años: un sonido mucho mejor en general, prácticamente ninguna cola para pedir comida o bebida, buenas y abundantes medidas para combatir el calor… Lo único que podemos decir es: para el próximo año más y mejor. Seguid así, ¡por favor!
Entrada realizada por Pablo Abarca, Monitor de Rock Camp.