Hace unos días se cumplía el 25 aniversario de la publicación del Fear Of The Dark (1992) de Iron Maiden y además se reeditaba en vinilo. Este álbum encierra uno de los temas más míticos de la banda que además daba título al álbum, pero tiene mucho más en su interior.
A principios de los 90 Iron Maiden estaba pasando por una etapa de crisis. Todo ello venía provocado por unos años 80 de absoluto esplendor en los que vivieron su edad dorada enlazando 5 discos consecutivos que hoy en día son considerados obras maestras del Heavy Metal. La maquinaria estaba cansada, así que decidieron volver a la sencillez de sus orígenes. Empezaron con el que puede que sea su peor disco, No Prayer For The Dying (1990) y continuaron con este Fear Of The Dark (1992), donde pulieron un poco la oferta y nos dejaron momentos para el recuerdo.
El sonido de los Maiden en los primeros 90 pegó un giro hacía el Hard Rock, pero sin olvidarse de las señas de identidad de la banda. Esa versión hardrockera podemos verla en temas como «From Here To Eternity» con un estribillo muy pegadizo y por otro lado los Maiden clásicos aparecen en el celebérrimo e imprescinidible en directo «Fear Of the Dark». Entre medias hay de todo, un pepinazo para abrir el disco como «Be Quick Or Be Dead», más temas en los que el heavy y el hardrock van de la mano como «Chains of Misery» y «The Apparition», un medio tiempo épico con sello de la banda como el antibelicista «Afraid To Shoot Strangers», e incluso una balada heavy como «Wasting Love». Quizás el mayor problema que puede tener el disco es su duración. Probablemente con dos o tres temas menos estaríamos ante un disco mucho más completo. Da la sensación de que hay algo de relleno.
En mi caso, antes de conocer a Iron Maiden ya conocía la mítica portada ya que en un campamento al que fui de niño en el propio Sotolengo (sede de Rock Camp) sirvió para ambientar el juego de terror bautizado como «La Noche de Walpurgis». La portada está hecha por Melvyn Grant y es la primera que no diseñó el habitual Derek Riggs. Eddie aparece trasmutado en un ser demoniaco que surge de un árbol, siendo una de las imágenes más demoniacas de la mascota.
Unos años después, tras escuchar infinitas veces el recopilatorio Best From the Beast (1996) hasta rayarlo, Fear Of The Dark se convirtió mi primer disco favorito de Iron Maiden y aún a día de hoy lo escucho con cariño y me descubro cantando y coreando muchas de sus letras y solos de guitarra.
Entrada realizada por Javi Miralles, Coordinador de Rock Camp