Los altavoces son otra de esas partes básicas de todo entorno sonoro por motivos evidentes, sin ellos no podríamos reproducir la música, así que no podían faltar en esta serie de “cacharros del sonido” que venimos desarrollando.
Vamos a ver los distintos tipos de altavoces y cómo funcionan:
Lo primero es explicar qué es un altavoz típico: es un sistema que haciendo uso del electromagnetismo (recordemos, bobina e imán) mueve un cono normalmente de papel o algún material rígido “empujando y tirando” del aire, y generando una onda de presión sonora acorde a la señal eléctrica que recibe la bobina, que vendrá de un amplificador o etapa de potencia que se encarga de aumentar la energía de la señal para que sea capaz de mover el sistema.
Muchas veces esta etapa está integrada dentro de la caja del altavoz, esos son los altavoces “autoamplificados”.
Una vez el sistema está listo para sonar podemos clasificarlos en multitud de variedades y “familias”, pero aquí vamos a quedarnos con tres grandes grupos según su uso:
1-Altavoces para directo.
Son altavoces grandes y pesados, de alta potencia, destinados a cubrir de sonido grandes áreas de un concierto. Pueden ser cajas compactas, usadas como monitores en el suelo delante del artista o en la P.A. (conjunto de altavoces que apuntan al público) de eventos de tamaño medio. También pueden tener una forma especial, los llamados Line Array, esos altavoces planos como cajas de zapatos que vemos en torres colgadas con cadenas a los lados de los grandes conciertos. Son modulares, y cuantas más cajas se junten más potencia y cobertura lograremos.
Una tercera variante son los altavoces de graves, especialmente grandes y diseñados para reproducir las frecuencias más bajas. Los veremos situados normalmente en una hilera delante del escenario, en el suelo, y son los responsables de esa sensación de impacto en el cuerpo cada vez que el batería golpea el bombo.
En esta foto vemos altavoces en array colgados y los subgraves en el suelo:
2-Altavoces de estudio.
Los llamados monitores de estudio o de referencia son altavoces de tamaño y potencia medias, pero con una característica muy especial: son de respuesta en frecuencia plana. Vamos a explicar esto.
A la hora de grabar o mezclar un tema en un estudio necesitamos que el altavoz a través del cual estamos escuchando reproduzca de manera totalmente fiel la señal, que todas las frecuencias estén representadas tal y como son en realidad en el instrumento, sin potenciar o atenuar los graves, medios o agudos, ya que nos engañaría y haríamos ediciones y procesos en ese sonido con nuestros aparatos que no serían correctos. Sería algo así como intentar editar una foto con photoshop en una pantalla que tiene un filtro verde permanentemente, no veríamos bien los colores.

3-Altavoces domésticos.
Aquí vamos a englobar varios tipos en realidad. Empezaremos por los altavoces HIFI, los típicos de equipo de música, preparados no para ser totalmente planos como los de estudio, si no para tener una respuesta agradable al oído, a menudo reforzando las frecuencias graves para dar sensación de calidez. También podremos encontrar los famosos sistemas de sonido envolvente, formados por varios altavoces pequeños llamados satélites que se colocan alrededor del oyente y un altavoz especial para las frecuencias graves. Por último estarían los altavoces bluetooth o pequeños altavoces portátiles, muy prácticos, porque sin ocupar mucho espacio llegan a tener gran calidad.

Espero que hayáis entendido un poco más de este jaleo de “mundo sonoro” en el que nos movemos, pronto seguiremos con otra entrega de esta serie. ¡Hasta entonces!
Entrada realizada por Pablo Giral, Monitor de Rock Camp.